Matrices y roles anteriores a la matriz de identidad y a los roles psicosomáticos
El hombre es un ser esencialmente vincular.
Jacobo Moreno lo expresó de manera elocuente en su teoría psicodramática.
Pero no fue el único: otros contemporáneos lo demostraron, desde otras disciplinas, con la misma elocuencia: Carlos Darwin con su teoría de la evolución; Jacques Monod desde la filosofía de la biología, con su “Azar y Necesidad”; Max Planck, desde la teoría cuántica; y tantos otros como Erwin Schrodinger, Pierre Teilhard de Chardin, Bertrand Russell, Niels Bohr, y el mismo Einstein.
La existencia de esta vincularidad, cuyos aspectos fundamentales serán el objeto de nuestra exposición, no presupone necesariamente la “conciencia” de vincularidad. Bajo esta hipótesis, fácil de probar, alguien puede ser el polo no conciente de un vínculo, y sin embargo explorable por métodos que trabajan con el inconciente y aun con el coinconciente.