Todo intento de «actuación» en este sentido puede ser dramatizada de manera controlada y terapéutica en el escenario.
El Psicodrama y el Sociodrama ofrecen técnicas y tácticas pautadas para contenerlas, operar con ellas y comprenderlas profundamente. Esto garantiza la libre expresión de cualquier material tanto de ira como de deseo pasional, mano a mano vayan surgiendo ya que el pacto de control y su canalización en el «como si» dramático permitirán su elaboración profunda.
Es una de las normas básicas para el adecuado funcionamiento de los grupos terapéuticos; garantiza la libre expresión de todo el material de interacción (lo que se piensa, se percibe, se siente y se intuye) para poder elaborarlo, sin temores a que tales materiales trasciendan la intimidad y la privacidad estrictamente necesarias para la confianza terapéutica de todos y cada uno de sus integrantes.
Es una de las normas básicas para asegurar el adecuado funcionamiento de los grupos. Garantiza capitalizar al máximo la «energía de mantenimiento» y los materiales de interacción, para la producción y la operatividad terapéutica.
No funciona como una regla rígida ya que permite los encuentros solidarios, en el contexto social cuando son necesarios.
Solo limita su habitualidad (como por ej. la costumbre de reunirse sistemáticamente para tomar café después de cada sesión) ya que tales tendencias a la habitualidad son las que suelen generar proyecciones, cargas transferenciales incontroladas, refuerzos defensivos e incluso actuaciones.
Este pacto se complementa con la norma de sinceridad grupal que estipula la introducción en el contexto terapéutico de todo aquello que ocurre fuera del grupo entre los compañeros de terapia para su mejor dilucidación y comprensión.
Es la convención compartida de superar, en lo posible, aquello que inadecuadamente limita o frena la expresión de lo que se siente, se piense, se percibe o se intuye en sí mismo, o en los otros para su mejor elaboración.
Garantiza que el grupo, en su totalidad, y cada uno de sus integrantes funcionen como agentes terapéuticos, los unos con respecto a los otros, sin retaceos conscientes.